Alzatarra
En el año de fundación de esta Sociedad, la expansión urbanística de Donostia estaba en su apogeo. Para responder a la demanda de viviendas que exigía una población creciente, el Plan General encauzó a los promotores hacia dos ensanches: Amara y Alza. En ambos casos el urbanismo donostiarra sufrió excesos aberrantes, consecuencia de la presión demográfica, pero también de la debilidad de personal y medios de las administraciones y, sobre todo, de la falta de un control político eficaz. La construcción de nuevas redes viarias y equipamientos, siempre escasos, se gestionaron mediante concesiones sucesivas de edificabilidad. En Alza, con una geografía ondulada y en ocasiones montañosa, el resultado fue particularmente grave.
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Alzatarra cuenta con 100 socios, más los jubilados que no pagan cuota alguna. Las mujeres tienen acceso libre, salvo a la cocina. Cuenta con Tamborrada y con una activa sección de pelota de treinta jugadores federados.
Tiene fama de contar con buenos cocineros, como lo fue por ejemplo José Mari Oteiza, antiguo presidente de la sociedad y famoso por su exquisito plato de kokotxas.
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